sábado, 14 de abril de 2012

Una psicóloga no puede tener semejante contractura en la espalda


Yo quería aprender de formas
pero al fin, vos sólo sabías de formalismos
yo quería dos miradas que se encuentran
cómplices
después de un intercambio profundo
dos miradas que se encuentran y se reconocen
pero vos sólo sabías de formalismos
yo revolvía mis entrañas
con un palo de madera de caldo de brujas
y vos, tus formalismos
y yo mis formas que se iban cada vez más a la mierda
en el mejor sentido de la palabra
explorando la materia
pero al fin de cuentas pareció ser que lo único que te interesaba de nuestro encuentro
era mi dinero.

Ese era el acuerdo, yo te daba dinero.
No era sólo papel
porque mi dinero es profundo también
mi dinero está hecho de sudor
de palabras y coraje
e incluso trato de añadirle siempre algún trozo de Luna
pero vos, sólo sabés de formalismos.
Puro papel.
Tu mirada esquiva
cuando bajamos por el ascensor
después de un encuentro que no hubo
incómoda fuera de tu consultorio profesional
tu profesionalidad tan demarcada y limitada
tan extirpada de la vida
tu profesinalidad tan formal
y mis formas cada vez más exacerbadas
mi materia exploradora
abriéndose y buscando la senda de sus propias formas
para dar
con tus formalismos.

Entonces sólo me hiciste el entre
fingiendo para llevarte mi dinero
sólo me hiciste de puta de lujo
todo lo que la universidad te enseñó
porque no te pudo enseñar a gozar
no te pudo enseñar a ser
sólo te dió un papel
que ante todo
debés mantener.

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