sábado, 25 de agosto de 2012

Imbéciles trabajando

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I
a Leónidas Lamborghini


Él
desde un rincón
arma los engranajes
de una máquina-poesía
una máquina poesía que funciona
nadie sabe cómo nadie puede explicar

arma los engranajes poesía números
de este susto poeta
susto de las ciudades/ que no se detienen
susto el trabajo y los números
pero hay descanso
hay poesía

hay juegos debajo de la mesa
mientras el imbécil se toma el té
y sigue pensando en los números
¡hora de descanso, hora de descanso!
recreoooo!

Después de vuelta
y es así la realidad, hay que hacer
hay que trabajar
no habría tanto si
pero
por eso
el poeta no se detiene
e investiga nuevos recursos lingüísticos mientras trabaja
por la presente intimo a mis invitados a

leerme
leerme
depositar moneda en alcancía si lo requiere
la sed

el poeta investiga
mundos para sus universos
la filosofa filosofea
la historiadora se historiza
mientras las cuchillas andan
y todos felices

siempre y cuando no haya
un jefe que maltrate
demasiado
o unos pies parados que duelan /mucho tiempo
un tanque de agua sin limpiar /muchas palabras por decir/ y sed

entonces
o cuando te dicen que no
que no sos porque no tenés título
que sólo sos aquello que el imbécil quiere ver
una esclavo


II

Y después en casa
¡yo no quiero ser la imbécil!
cómo hincha los ovarios
cuando te dejan los platos sucios
después de que invitaste a comer
todos los días
o te obligan a pensar por ellos
SUS economías

Vagos lentos y perezosos
soñadores
todos queremos nuestro descanso
todos queremos nuestra mínima /comodidad

La cadena es larga
tiene una serie de transformaciones
(y algunos saltos, algunos escapes)
dinero es una más
unidad de medida

El problema es la distorsión
del trabajo al precio
quién más siempre más
no puede dejar de más
porque LA economía
(¡sobre todo hay que salvar a LA economía!)
y si no más entonces empieza a bajar
baja baja baja baja baja baja baja baja
de repente sólo otro tipo
sin nada
más que su fuerza de trabajo
horrible
cuanto más alta es la subida más dura la caída”
¿y por qué no lo pensó antes de subir tanto?

Y los de abajo se ríen
dejan las cosas descuidadas por ahí
al tropiezo de cualquiera
total no son suyas
y si lo son también
ellos nunca se hacen responsables




III


Pero señor
estamos también los que tenemos nuestras funciones vitales mal acomodadas
hambre voraz, inapetencia
ninfomanía, anorgasmia, insomio
juro que no salí, que no me emborraché
pero no pude pegar un ojo en toda la noche!
¿cómo voy a poder frenar entonces la locomotora a tiempo?

–¿Y por qué no pudo dormir?

–Tenía mucho miedo,/pánico atroz de no poder frenar la locomotora a tiempo

–¡CULPABLE!
necesitamos un culpable

–Sí, hasta intenté asesinarme
pero los médicos me salvaron y me prohibieron volver a hacerlo

–Lo absolvemos entonces
usted no tuvo la culpa, fue su enfermedad
Vaya, y no camine por el sol

–Sí, sí, pero yo preferiría ya dejar esta vida

–Lo sentimos mucho, en este país no existe la pensa de muerte
además usted fue declarado INOCENTE

–Me tomo una aspirina entonces