en radio La Tribu, enero del 2009
El
doctor Cunilingus define: la literatura no es más que un mero juego
de palabras.
Escribo
desde los nueve años y muchas veces me he preguntado acerca de lo
que es la literatura. También me lo he contestado muchas veces, de
acuerdo a lo que estaba sucediendo en mi vida y en otras que se
relacionaban a la mía en ese momento. Hay momentos de la vida en que
lo más importante es jugar. Si bien siempre es importante, hay otros
momentos donde también es necesario luchar, y como escritores que
somos, la literatura es nuestra arma.
La
literatura, qué es exactamente literatura, qué no lo es, qué es
arte, quienes son artistas… No me parece que nada de eso esté tan
claro. Conozco barrenderos que te estremecen con la tristeza de sus
cantos y mecánicos que son terribles poetas, aunque nunca hayan
escrito una sola una línea.
Digamos
que hay un montón de libros de palabras escritas y alguien les pone
el sello que dice literatura, después también hay un sello que dice
buena literatura (que tiene el nombre de una editorial acaudalada), y
otro que dice escritor, que son aquellos que escriben buena
literatura o sea aquella literatura editada por una editorial
acaudalada.
Pero
yo creo que juegos de palabras, ficción, poesía, arte, hay en toda
la vida, así como en la literatura también hay realidad
conocimiento y mensaje.
También
he asistido a una academia que se dedicaba básicamente a preguntarse
y contestarse eso, la academia. La abandoné, porque no me
satisficieron ni sus preguntas ni sus respuestas.
Yo
hacía preguntas particulares, debo reconocerlo, en ese momento en
que abandoné la academia se me daba por preguntarle a todos los
escritores que conocía, ilustres desconocidos, para qué escribían.
Todos se me quedaban mirando boquiabiertos, ¿para qué escribo? lo
lógico sería preguntar por qué. Por qué esta alma en pena
necesita expresarse. Sí sí pero para qué, para qué lo hace, qué
quiere.
Jamás
se les había ocurrido que alguien podía a llegar hacerles esa
pregunta.
En
la academia sólo te enseñaban que la literatura es un juego de
formas, a buscar los significados ocultos detrás de esas
formas-palabras escritas lejos y hace tiempo, o no tan lejos pero
tampoco tan cerca, tan ahora. Y, atrapados en sus redes de
formalismos, no me querían aceptar que les dijera no profe, no
entregué la monografía porque ese día mataron a dos pibes en el
puente Pueyrredón. Mataron a dos para mandarnos a callar a muchos
más que estábamos en ese momento haciendo arte en las calles,
mientras ellos pretendían mantenerlo encerrado en las universidades.
Entre
otras frases Diego Arbit tira en su editorial radial, Bush dice que
lucha por la paz mientras organiza una nueva guerra.
Esta
frase se me queda revoloteando en la cabeza y se me viene otra que
leí recientemente en el diario, de Olmert el primer ministro de
Israel, explicando que invaden y bombardean Gaza para terminar con el
terror de Hamas.
Estás
agazapado en tu casa escuchando ruido de bombas y metralletas, no
tenés comida pero no te animás a salir en busca de ella, has visto
en los últimos días demasiada sangre demasiados niños mutilados
pedazos de embarazadas y ya no confiás en que los asesinos de tus
hermanos respeten las tres horas de tregua que acordaron, para salir
a comprar alimentos, y ya ni siquiera podés esperar que llegue ayuda
humanitaria de afuera, porque esta es bombardeada también.
¿Cómo
se llama esto si no es TERROR?
En
los últimos 10 años murieron 20 israelitas a causa del terror del
Hamas. En los 20 días de bombardeo e invasión isrealita murieron
1050 palestinos, la mitad de ellos civiles, más de 300 niños, una
docena conductores de ambulancias o paramédicos, y 4500 resultaron
heridos.
Para
combatir el terror del Hamas Israel siembra un terror 20000 veces más
fuerte.
Evidentemente
Olmert podría ser un buen escritor de ficción, se le ocurren unas
frases delirantes, el problema es que no las vende como ficción sino
que pretende venderlas como la verdad.
En
fin, no sé por qué digo todo esto, a qué quiero llegar, tal vez no
quiera llegar a nada a ninguna conclusión definitiva, sólo tirar
frases que despierten algo en quien las oye frases como pequeñas
bombas… La literatura es un juego sí, pero también son pequeñas
bombas disparadas en las mentes de los lectores.
Nada
es exactamente como te dicen, todo se puede cuestionar.
El
mecánico es un poeta, no porque tire frases geniales. Es un poeta
arreglando motos y artefactos en general. Es un poeta cuando le falta
un repuesto de algo y agarra un pedazo de otra cosa, la pone al fuego
la martilla y reemplaza con eso el repuesto que le faltaba. Es un
poeta cuando escucha un pequeño ruidito, imperceptible para todo el
resto de la gente y te dice en dos meses se te va a volver a romper.
Es un poeta porque ama lo que hace y le pone toda la pasión del
mundo, toda la dedicación y el tiempo que eso necesita. Desde esta
óptica cualquiera puede ser un artista, cualquier disciplina puede
ser arte. La medicina, la biología o la panadería. Claro que
vivimos en un mundo donde el tiempo es dinero y entonces el médico
tiene que atender a 100 pacientes por día, mientras afuera hay otro
médico que está desempleado y al lado hay otro que se puso una
cadena de clínicas privadas, porque en realidad nunca amó la
medicina.
Después
puedo decir que la literatura es literatura y la música es música.
Hay sonidos y técnica, sintaxis y palabras como hay harina y
escalpelos o plantas curativas. Hay arte donde hay expresión
verdadera, creación real, sentimiento, libertad.
Lo
que tenés que saber no te lo da ningún título, no te lo enseña
ninguna institución. Sólo lo vas a saber participando, siendo carne
de tus palabras.
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